Además de estas normas
básicas, seguiremos los siguientes pasos para lucir un cabello bien hermoso,
saludable y brillante.
En primer lugar
hidrataremos nuestro cabello con un tratamiento previo al champú, el momento
ideal para realizar un tratamiento capilar es justo antes de sumergirse en un
baño templado, pues el cuero cabelludo responde mejor cuando la piel se halla
relajada y los poros dilatados.
Existen múltiples tratamientos,
para todo tipo de cabellos, pero quizás el más sencillo, fácil y válido para
todo tipo de cabellos sea realizar una envoltura de melaza: sobre el cabello
húmedo se aplica media taza de melaza o miel realizando un pequeño masaje para
que penetre bien en el cuero cabelludo. Se cubre el cabello con un gorro de
ducha o en su defecto un film transparente y se deja actuar unos 20 minutos.
A continuación se aclara
el pelo con abundante agua templada y se lava con el champú habitual, que se
encargará de eliminar la suciedad y todos los residuos, nunca emplees agua
caliente pues reseca excesivamente el folículo piloso. El último aclarado debe
realizarse con agua fría, ya que tensa los poros y deja el cabello más
brillante y fuerte.
Por último aplicaremos un
buen acondicionador, adecuado a nuestro tipo de cabello, que nos ayudará a
conservar la humedad natural del cabello y lo protegerá de los elementos
agresivos externos, además de facilitar el desenredado y dejarnos el pelo suave
y brillante. Si tu cabello es graso, o muy seco, o sufres de caspa, será
conveniente que te realices también una mascarilla capilar una vez a la semana
o cada quince días, ésta le proporcionará una película protectora a tu cabello,
pues hidratan y nutren en profundidad, proporcionando mayor resistencia,
suavidad y brillo a tu melena.
Trucos
y recomendaciones
- Cepíllate el pelo dos veces al día, mañana y tarde, así
estimularás su circulación, eliminando el polvo y los cabellos muertos.
Empieza siempre por las puntas, y ves subiendo poco a poco hasta llegar al
cuero cabelludo.
- Es mejor utilizar peines de púas anchas que cepillos,
éstos dañan el tallo del cabello pudiendo llegar a romperlo. Evita
igualmente los peines metálicos, perjudican la cutícula del cabello.
- Igual que tienes cuidado de lavar y cuidar tu cabello,
recuerda lavar semanalmente tus peines y cepillos con champú y agua
caliente.
- Lávate el cabello con champús suaves o neutros, mejor
aún si llevan agentes hidratantes y nutritivos.
- Si el agua es muy dura, añade al último aclarado un
chorrito de vinagre de manzana, o bien realiza el último aclarado con agua
mineral, la cal resulta perjudicial para tu cabello.
- Usa el secador con moderación, y siempre a un palmo de
tu cabello (igual en las puntas que en el cuero cabelludo).
- Recuerda que el abuso de geles y espumas puede irritar
el cuero cabelludo.
- Para que tu melena quede más brillante aún, después de
haber lavado y secado tu cabello, prueba a frotarla enérgicamente con un
pañuelo de seda natural.
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